Episodio 3x10 - Perdidamente tuyo desde el centro del universo

"Recuérdame vida mía, que debo conservar este momento para siempre"

Sólo una vez para ser feliz, única fuente de grandeza, en donde reside la fuerza que me impulsa a vivir y amarte sobrepasando los límites de mi vida terrenal. Eternamente tuyo, sincronizando los latidos de mi corazón con los tuyos, sintiendo a través de tus sentidos el cielo infinito que representa la más grande de mis dichas.

Disfrutar cada parte de tu vida como un exquisito manjar que me da la vida eterna, permaneciendo a tu lado en aquel instante donde la tierra y el cielo se unen para permitirme, aunque sea por unos segundos, conocer la eternidad, momento en donde muero y vuelvo a la vida atraído sólo por tu esencia la cual se encuentra en lo más íntimo de tu ser. Nunca te vayas, quédate conmigo, después de haber conocido el paraíso contigo, no quiero saber de nadie más, sólo tú puedes saciar la sed provocada por este universo árido perenne en mí. 

¿Cómo podría florecer si no estás aquí? ¿Cómo podría disfrutar sin mis sentidos? ¿Cómo podría alejarme de ti? Te pertenezco aquí y ahora, hazme tuyo las veces que quieras, incluso la muerte en tus manos sería perfecta. Mi vida está en tus manos, sentado frente a ti, viéndote, escuchándote. me haces feliz desde aquel instante en el que descubrí que puedo hacer las cosas solo. La casa está vacía y ningún intruso puede entrar, la llave se ha perdido en los recuerdos que fueron consumidos por  la soledad.

Querido Alfredo, no permitas que tus fantasmas ganen la batalla, eres fuerte.